sábado, 27 de abril de 2013




Tu mal podías imaginarte, pero todas las conversaciones que tuvimos tu entraste en mi corazón arrancando todos los dolores y curaste mis heridas. Tu voz dulce que hacían regalos en mis pensamientos, apartaron todas las pesadillas que constantemente me atormentaban, tú fuiste la luz que guiaba mis ojos en el medio de la oscuridad, tus abrazos me acogían con tanta ternura que la nostalgia se fue con tristeza, tu sonrisa tan determinante, me contagio y me recupero. Tu eres y mi dulce amor, mi amor porque quiero ser tu amor. Tu dulzura atravesó las barreras de la distancia para cicatrizar el amor que contagiaba mi pecho.

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