Tu mal podías
imaginarte, pero todas las conversaciones que tuvimos tu entraste en mi corazón
arrancando todos los dolores y curaste mis heridas. Tu voz dulce que hacían regalos
en mis pensamientos, apartaron todas las pesadillas que constantemente me atormentaban,
tú fuiste la luz que guiaba mis ojos en el medio de la oscuridad, tus abrazos
me acogían con tanta ternura que la nostalgia se fue con tristeza, tu sonrisa
tan determinante, me contagio y me recupero. Tu eres y mi dulce amor, mi amor
porque quiero ser tu amor. Tu dulzura atravesó las barreras de la distancia
para cicatrizar el amor que contagiaba mi pecho.
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