La música es sólo una banda sonora de algo inolvidable, algo en el futuro inagotable, que hace que mis pensamientos floten rápido y distraídamente en un universo paralelo. Es un efecto desequilibrado el cual tienes sobre mí, un resultado que no soy capaz de dominar, ni al menos cuando me tiro al precipicio que hay en ti, ya que abro mis alas como si tuviera que volar antes de llegar al final. Imploro para que no acabe. La caída es liberadora, hay paz y un rasgo de quietud abrumadora. Entonces percibo entre un delirio y otro, eres tu. Siempre fuiste tu.
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